La casta de Alcurrucén

Alcurrucén conquista Valencia.

Llegó la primera cita de la temporada para la principal ganadería del encaste Nuñez. Regreso a Valencia de la ganadería de los Lozano, que tras los grandes resultados las ultimas temporadas en el coso de la calle Xátiva, se ha ganado un hueco en un serial inundado de "domecqs".

Las figuras no quieren casta, y por ello, la divisa azul celeste y blanca, no se iban a enfrentar a figuras, sino a una terna tan mediocre en los carteles como en la plaza. Hasta 8 orejas se podrían haber cortado si los toreros hubiesen estado con oficio y ganas (al final solo fue una).

Al primer toro, sin sobrarle fuerza, derramaba calidad en las embestidas, era un caramelo solo apto para toreros con gusto y ese arte que se necesita para ser alguien en este mundo. El segundo fue exigente como el que mas, pedía hasta el DNI del matador. Su manera de embestir, humillando mucho y hasta el final, transmitía y emocionaba al público como pocas veces se ve en una plaza, un espectáculo cada vez que se arrancaba a la muleta. Tercero y sexto fueron nobles y embistieron. Un quinto de El Ventorrillo, que remendaba el encierro. Y el momento cumbre llegaría con el cuarto toro de la tarde, Economista se llamaba un toro cinqueño y castaño claro merecedor de una vuelta al ruedo que inexplicablemente no se concedió. De principio a fin el toro desprendió casta por los cuatro costados. Se lidió de gran forma y fue toreado de capa notablemente por Mora y Lorenzo. Calidad, casta, entrega, motor, fijeza y otras muchas mas cualidades se le podrían atribuir a un toro que puso emoción en Valencia, pero que tuvo mala suerte al enfrentarse a un torero que parecía que solo se preocupaba de ligar pases, sin importar la colocación de su cuerpo y con ello el arte verdadero del toreo.

Los toros también tienen a veces mala suerte en los sorteos. Se fueron muchas orejas al desolladero, no puede ser que con este corridón de toros solo se corte una oreja... Pero esto es lo que hay, mientras tanto otros toreros en su casa, junto a las figuritas que cada vez se van alejando mas de esta ganadería que derrama casta a raudales.

Tarde que da mucho que pensar. En primer lugar, la terna se debería replantear muchas cosas y no volver a pisar un ruedo por una temporadita, por respeto al toro y a la afición. Y en segundo lugar, dar la enhorabuena al ganadero y animarle a seguir este camino que tanto éxito le esta dando. Y es que la casta de Alcurrucen se tragó a una terna muy por debajo de lo exigido.